El pasado sábado tuve el placer de iniciarme en las labores de tricot. Asistí a un workshop de iniciación impartido por Rosa Pomar en su Retrosaria.
Aprovechando que era el día de los enamorados me decidí por el rojo y blanco, los colores de la pasión y la pureza.
Además de ser haber disfrutado y aprendido rápidamente los puntos básicos de la malha portuguesa: liga, meia, canelado, arròs e remates, etc. recordé bonitos momentos junto a mi abuelita Laura.
Laura hacía a sus niet@s chaquetas de lana que por aquel entonces mirábamos con recelo. Las describíamos como cursis, antigüitas, y demodées. Una verdadera pena que no nos diéramos cuenta del inmenso valor de aquellas prendas cargadas de horas de trabajo y amor.
Igualmente es una pena, pienso desde hace un tiempo, que haya perdido la oportunidad de aprender con mis abuelas todas esas “labores” que hoy están en boga y sirven a cientos de mujeres a poner en marcha proyectos emprendedores: punto, crochet, costura, bordados. Siempre hay tiempo de aprender, y en ello estamos, pero esa herencia de competencias no tenía precio.
Despertemos antes de que sea demasiado tarde.
2 thoughts on “Iniciación a dos colores”
You must log in to post a comment.