En diciembre, organizamos una sesión sobre Craftivism (Craft + Activismo) en el marco del ciclo sobre makers que coordino en la Asociación Dialogue Café. El evento tuvo por objetivo facilitar el intercambio de opiniones sobre qué es craftivismo y presentar iniciativas tanto locales como globales con las que poder cooperar. Por ejemplo, la campaña Linha Vermelha organizada para protestar contra las prospecciones y explotaciones de gas y petróleo en Portugal.
Otra de las iniciativas, global en este caso, que se presentaron fue el proyecto UDHR Quilt project. Un proyecto liderado por Tal Fitzpatrick y Stephanie Dunlap, en el cual han cooperado más de 120 artistas de todo el mundo.

Map created by Tal
Cada una de las artistas que han cooperado han bordado un bloque que representa un artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (UDHR) dado que esta iniciativa tiene por objetivo celebrar los derechos humanos y concienciar sobre las formas en las que se violan estos derechos en la actualidad a nivel mundial así como colectar fondos para ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR en inglés), a partir de la venta de un libro sobre el proyecto.
El resultado final de estos 120 bloques bordados será la realización de 4 mantas compuestas por los bloques a modo de patchwork y un libro que incluirá las historias detrás de cada uno de los bloques.
Los bloques fueron expuestos en una exposición organizada por Tal en el marco de su proyecto de investigación práctica de doctorado sobre: ‘Craftivism as DIY Citizenship: The Practice of Making Change’.
Los nombres de los artistas participantes se han compartido en la página web del proyecto y se puede seguir sus contribuciones en las redes sociales (instagram, twitter y facebook) a través del hashtag: #UDHRquilt. El proyecto fue destacado en varias revistas y artículos.
Durante el debate en Dialogue Café, quedé impresionada ante la fuerza y la facilidad con la que se crean lazos y puentes en el mundo del craftivismo. Una especie de hermandad unida por valores y esperanza en la que sin duda alguna, tuve imensas ganas de participar. Por eso, contacté a Tal, quien me había comunicado que todavía quedaba algún artículo por bordar, y me lancé. El azar me otorgó el artículo número 3.
Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona
Con dudas sobre su planteamiento, después de unas semanas decidí concentrarme en la expresión del derecho no otorgado. Con miles de personas que no tienen un derecho a una vida digna, viven privados de libertad y de seguridad, mi mensaje se concentraría en la protesta en sí. Utilicé un perfil con la mano alzada que engalé con un arcoiris a modo de protección mientras escupía en rosa el derecho a una vida digna libre y en seguridad.
Con el arcoiris intenté luchar contra las amenazas que vive el colectivo LGTB en muchos países de este mundo, mientras que con el rosa quise hacer un guino al género femenino y a todas las mujeres, rememorando otra acción craftivista y feminista por excelencia, el pussy hat. Le dí un trazado radical a través del bordado alargando las puntadas al máximo.
Bordado con hilo de algodón sobre una pieza de lino antiguo francés reutilizado, intenté poner en valor la calidad de los tejidos naturales y la necesidad de mirar hacia una creación textil más sostenible.
Sarah Corbett, fundadora de Craftivism Collective, explica muy bien lo que se puede sentir al participar en una acción como esta, especialmente después de anyos de activismo y buen hacer. Betsy Greer, fundadora del término craftivism, define muy bien en sus textos el poder de este método de lucha por hacer cambiar las cosas.
Si deseáis saber más sobre este proyecto, sólo tenéis que visitar el website de Tal, donde igualmente encontraréis informaciones sobre otras iniciativas que ha llevado a cabo, así como su propuesta de manifiesto e investigaciones en el área.
Sin ánimos de cambiar el mundo, ver que este lenguaje, el de crear con las manos, te puede unir en un proyecto común con más de 100 personas que comparten valores contigo es un sentir especial que sin duda espero experimentar nuevamente en breve.
Muy buenas!
No sabía de la existencia del “craftivism” aunque tuviera la certeza de que a través de los quilts se puede recorrer el mundo como si fuera una hermandad de artesanos y artesanas. Soy antropóloga licenciada en la Universidad de Barcelona y me he lanzado en el mundo del quilt con un entusiasmo feroz. Me encantaría poder participar y aportar mi granito de arte a una causa mayor en la que me siento verdaderamente identificada. Si bien estoy empezando y me encuentro en una fase de aprendizaje técnico, no por ello no tengo ganas de superar mis propios límites. ¿Cómo podría formar parte?
Mil gracias y buen trabajo!
Hola!! Qué emocionante leer tu comentario! La verdad es que yo también siento pasión y me emocionan este tipo de iniciativas por la solidaridad, la creatividad y las amistades que se desarrollan en su contexto. Por mi parte empecé como tú, con las almazuelas, quilts, porque resulta que en Espanya este tipo de mantas se conocen con esa denominación ya casi en desuso. Consulta http://www.lolabarasoain.com/ y te quedarás rendida. Sino esta iniciativa la descubrí por casualidad, y ahora está en proceso de conclusión. Pero hay miles más. Luego Tal, la coordinadora es todo un ejemplo a seguir y una fuente de inspiración. A veces en nuestro contexto, hay gente que necesita un apoyo y con una manta o la técnica del patchwork lo puedes ofrecer. Yo cuelgo cosas y oportunidades aquí: http://ecflabs.org/lab/craftivism así como aquí https://musartlab.com/ (un blog sobre mi investigación que creo que te interesará…dado que eres Antropóloga!). Creo que en Barcelona hay gente que se mueve bastante en este ámbito. A ver si encuentro algo y te lo mando. 🙂 Muchas gracias por tu comentario. Me ha encantado! Te puedes unir a este proyecto: https://dahliarodriguez.com/2018/01/03/embracing-ritacors-375blockproject/
Hacer por día, más o menos, un cuadrado de patchwork utilizando, y al final hacer una manta o algo. Mi intención es juntar los cuadrados y hacer varias mantas para ofrecerlas a alguna asociación que las necesite. 😉 Hasta luego!
Querida Dahlia,
Me ha impresionado la cantidad de información que me has pasado. Desde ayer he estado mirando las webs, las galerías, las iniciativas, las ideas, los trabajos… y le estoy dando vueltas. Después de dicha “investigación” me da la sensación de estar en las puertas de un mundo radical en el que mis creaciones se me aparecen inofensivas, inocuas… sin contenido político. Sin embargo, la libertad que siento cuando coso, cuando imagino o me inspiro (o también cuando escribo tranquilamente en mi blog) responde perfectamente a todos los mensajes del craftivismo. Como si esa pequeña libertad que he alcanzado fuera fruto de una utopía. Pero claro… es un hecho puramente individual aunque no por eso no sea una resistencia real! ¿Seguimos hablando? Me ha gustado mucho descubrir el “feminist embroidery”!! Muchas gracias.
p.d. Una última cosita… ¿cuánto miden los bloques del 375blockproject? 😉