Viejos tesoros

Siempre tuve cierta debilidad por los tejidos antiguos de algodón o lino. Sí, esos que al acariciarlos sientes frescor o suavidad. Recuerdo con 12 primaveras heredar, de una amiga de mi madre, un conjunto de sábanas blancas impolutas que siempre intentaba se lavasen y secasen en un día para no tener que pasar una noche sin ellas.

Con esa debilidad viene la de los manteles bordados y la de los camisones y vestidos de finales del siglo XIX – princípios del XX. Cuando estuve en París veía muchos en el Marché aux Puces de Montreuil y de Clignancourt o Saint Ouen, pero ya en aquella época los precios eran medio altos y las monedas de mis  bolsillos sólo daban para comprar ropa de segunda mano a 50 céntimos la pieza.

Recuperamos algunos tesoros familiares: camisas, manteles, sábanas y vestidos. Están algo estropeados pero no deja de sorprenderme la calidad y el estilo con el que están trabajados. Son todo un patrimonio. De las piezas encontradas, la más llamativa es un cuello de camisa bordado en punto de cruz. Es simplemente precioso, a la vez que curiosamente muy contemporáneo.

A esta pasión se une la de los tejidos, sus estampados y tacto. Si no me gusta un tejido al tacto, sin mirar, no lo compro. Si su estampado no me dice algo, no lo compro. Tengo una caja llena de retales que voy comprando, a veces de manera compulsiva, otras veces más selectiva, cuando es posible. No todos son como estos antiguos que adoro, pero me sirven para depurar técnicamente esta afición despertada que es la costura.

La costura, cuantos proyectos en mente. Me fascina la idea de re-trabajar objetos de antaño y darles un nuevo uso contemporáneo. Moderno, funcional pero a la vez con carácter sostenible y artesanal. Hablo de las coixineras, los pequeños bolsos que llevaban las Varinas de Lisboa, los delantales, las batas que robaba a mi madre cuando era una niña para hacer función de vestido, y como no, los pañuelos de tela que cayeron en desuso a cambio de deforestar nuestros bosques por no ser higiénicos…Hay una necesidad urgente de que cambiemos nuestro modelo de consumo y gastarse 60 euros en cualquier franquicia, sólo ayuda a enriquecer el bolsillo de unos pocos y a sacrificar más la vida de muchas personas, en especial mujeres.  

Varinas Lisboa - Saco

A propósito de mujeres, muestro en fotografía una linda “algibeira” utilizada por una Varina,  hecho con retales de tejidos floreados. Recomiendo visitéis la exposición que estará en el Museu da Cidade de Lisboa hasta el 24 de mayo. Las Varinas, además de ser un icono de esta linda ciudad, fueron un símbolo de las dificultades y vulnerabilidad en la que se encontraban, y por desgracia se encuentran, muchas mujeres.

varinas - quote

Descalzas pero bellas, pobres pero ricas de entusiasmo, llenaban las calles con sus cantos y pescado fresco. Del puerto a las zonas más burguesas paseaban con sus cestos en la cabeza.

Sigo con mis taleigos,

hasta luego!

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